martes, 2 de noviembre de 2010

Confesiones del lado izquierdo.


Que desafinado suena el acorde de mi cama, sin el compás de nuestro vaivén, sin el La de tu aliento en mi oído, sin el otro hueco en mi almohada templandolo.
Que áridos los campos de mi cama, sin tus raíces abrazando el colchón, sin las flores de tu tacto, con esta sequía de los cuerpos a distancia.
Que nublado el cielo de mi cama, sin las estrellas de tu espalda, sin el cuarto menguante de tu boca, ni el sol de tos ojos a medio cerrar.

Son confesiones del durante, confesiones desde MI cama, confesiones del lado izquierdo, líneas perdidas por ahí, no es producto de absolutamente nada, vale esa aclaración.